martes, 24 de julio de 2012

EL SWING (IV) EL PALO DE GOLF COMO UN LÁTIGO

Está claro que la cantidad de movimiento durante el swing cambia. Primero por la fuerza externa que hacemos con los pies contra el suelo para tomar "impulso" (que es lo que incrementa la cantidad de movimiento). Una vez que los pies aceleran la cadera y esta acelera el torax, la cantidad de movimiento es muy importante, dada la masa del cuerpo que es bastante grande. Ahora, el efecto látigo consiste en transmitir es cantidad de movimiento del cuerpo (torax) a los brazos y palo.

Date cuenta que salvo la fuerza de la gravedad que se ejerce en el palo, en el downswing no hay más fuerzas externas y la única que hay (la gravedad) sirve para incrementar la cantidad de movimiento.

Por ello, es fundamental la secuencia (más conocida como cambio de peso) que te voy a ilustrar aquí.

El principio fundamental es que si no hay fuerzas externas la cantidad de movimiento es constante (en nuestro caso una fuerza además la aumenta). Así pues, pasaremos una cantidad de movimiento M x V de nuestro cuerpo que está girando, hacia el brazo y el palo. Si el cuerpo que está girando sufre una deceleración ya llega un momento que no se puede desgirar más, esa cantidad de movimiento debe ser transmitida  a alguna parte del sistema para conservarse. La parte que está en movimiento es el brazo y a continuación el palo. La propia aceleración que sufre el palo al irle transmitiendo la cantidad de movimiento (más velocidad), hace que el solo (EL SOLO) haga que las muñecas se extiendan (veremos el sistema de catapultas otro día), acelerándose cada vez más.

Compara la masa del cuerpo y su velocidad con la masa del palo y su velocidad. Para que se mantenga la cantidad de movimiento constante, la velocidad del palo debe de ser enorme ya que su masa es muy pequeña en comparación con la del cuerpo.



En esta imagen de la página web de Phil Cheethams, veamos en qué momentos primero se aceleran y luego se deceleran las cadera y el torax, para dar paso a la gran aceleración del palo. Ese es el efecto látigo. Ten encuenta que las muñecas deben de estar muy fofas para que el palo se desgire el solo, exclusivamente por el incremento de velocidad y por ende por la fuerza centrífuga que adquiere.

Vemos en rojo la velocidad de la pelvis, primero negativa hacia atrás en el backswing, y luego positiva. En verde el torax, en azul el brazo y en marrón el palo. En el top, arriba del todo, la velocidad están a cero. Empieza el downswing. Se aceleran las distintas partes. Sin embargo, la que primero decelera es la pelvis, su velocidad empieza a decrecer. Eso hace que el torax siga incrementando velocidad, hasta un momento que empieza a decelerar. El mismo efecto se lo produce al brazo, hasta que empieza a frenar. Esto le produce un incremento de velocidad al palo enorme que seguirá acelerando conforme de deceleren el resto. En el momento del golpeo, las velocidades de brazo, torax y pelvis son bajas y la del palo (que el solito debe de mantener la cantidad de movimiento total del sistema más la que le imrimióla gravedad al palo) es enorme, como puedes ver.

En el siguiente apartado veremos en qué momentos se producen las deceleraciones de la pelvis, torax y brazo, ya que intuitivamente no da la sensación que eso se produzca antes del golpeo ¿no? Pero vamos a ver que al tratarse de un movimiento circular, esto si tiene sentido.

1 comentario:

  1. Es básico saber balancear el cuerpo y dejarlo llevar, si estamos rígidos o tiesos no le pegaremos a la bola como deberíamos, la naturalidad es vital para hacer un golpe profundo

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